¿Qué es el éxito en realidad?

¿Para usted, el éxito no está en triunfar en la vida según las opciones que desea lograr? Algunos grandes pensadores están de acuerdo en decir que el éxito está medido por nuestra capacidad de obtener lo que deseamos en un periodo estipulado.

Entonces, más que amasamos, más que acumulamos más que tenemos éxito. Que sea amor, dinero, honor, celebridad, bienes, bienestar, realización personal, relaciones, conocimiento, amigos, poder o muchas otras posesiones.

¿No es así como muchas personas definen el éxito que consiste en hacer algo con el fin de obtener algo y de esta manera ser alguien? Siendo todo esto una realización de si, una realización personal.

¿Pero por qué atesorar siempre más? ¿Tenemos miedo de que nos falte algo? Entonces, si es eso, para tener más, es necesario absolutamente que los demás tengan menos?

El verdadero éxito no está en obtener más, sino en brindar, ayudar a los demás a obtener más

¿El éxito, el triunfo es algo egoísta?

¿Ha notado que hoy en día, lo que usted llama éxito se mide por la cantidad de lo que usted obtiene, acumula, amasa? ¿Es eso realmente el éxito o bien este se mide por lo que usted ayuda, brinda a los demás para que obtengan, amasen?

Y por lo tanto, entre más usted logre que la gente amase, más que usted amasará, sin hacer ningún esfuerzo. Incluso sin tener necesidad de contratos, acuerdos, transacciones, negociaciones y sin acciones legales ante juzgados para obligar a los demás o a usted, a obtener lo que se prometió entre ustedes.

Usted deja inmediatamente de hacer intercambios de objetos de valor únicamente si hay algo de valor para ofrecer a cambio. Usted nunca más se restringirá de dar o compartir algo, incluso si usted no obtiene lo que llama un justo retorno.

Pero ese tipo de don, de servicio, en sentido único constituirá el éxito verdadero, porque usted habrá descubierto lo que es el amor sin condición, lo que es su naturaleza. Porque lo que usted da a los demás, usted se lo brinda a usted mismo. Lo que enviamos nos regresa.

Una persona de consciencia elevada comprende que nosotros hacemos uno y que ese UNO, se divide en muchas almas para observar puntos de vista diferentes para así evolucionar.

Entonces, no es necesario preocuparse de lo que obtenemos o lo que queremos a cambio. Más bien, hay que preocuparse de lo que damos, sin pensar en lo que podemos obtener a cambio, lo que podemos obtener de retorno. Eso no son más que condiciones, expectativas que no hacen más que crear desgracias y sufrimientos.

Como consecuencia, usted no actuará más en vista de un beneficio personal, sino en vista del crecimiento personal, lo que será su ganancia. Pero el beneficio en términos materiales vendrá a usted, una vez que se vuelva más consciente de usted, de su naturaleza.

La vida consiste en dar lo mejor de si y no

en recibir lo mejor

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Traductora, co-autora, y adaptadora de contenidos editoriales de sitios web, madre y esposa dedicada al hogar el cual hace parte de mi felicidad y me permite construir a cada día la vida que elegi ser como esposa, hacer como madre y tener como hogar. Diana Arellano.