5 maneras tontas para medir su inteligencia, ¿cuál prefiere usted?

¿A cuántas personas no les gusta medirse  o compararse con los demás con el fin de determinar quién es el mejor y más aun, quién es el más inteligente? ¿Usted sabe, esos métodos que no hacen más que crear divisiones en nuestras relaciones con el fin de poner la importancia en el mejor y olvidar todos los demás seres humanos?

La gente desea tanto hacer parte de los mejores, ser más, porque nuestro sistema de educación propaga la idea de que usted es un ganador, alguien que triunfa y de esta manera tener tratamientos de favor. Pero ¿ganar qué? ¿Triunfar en qué? Y por qué los tratamientos de favor que aportan únicamente injusticias?

 

Pero esos medios, ¿miden realmente la inteligencia u otra cosa? ¿Qué entendemos nosotros por inteligencia? ¿Es un niño que viene de hacer una caricia a un adulto, alguien inteligente? ¿Alguien que hace un ingreso anual de 5 millones de dólares anuales, es inteligente? ¿Alguien que nació antes que usted es más inteligente? ¿Es que alguien que conoce los ríos más grandes del mundo, es más inteligente?

Es que justamente, el hecho de ser mejor, ¿demuestra una inteligencia? Por qué buscamos constantemente compararnos con los demás? ¿Es porque no vemos nuestras diferencias? ¿Hemos estado condicionados, desde nuestra infancia, a olvidar nuestras diferencias, nuestros dones y nuestras pasiones con el fin de convertirnos en el ser que deberíamos ser, pues de esta manera, era más fácil controlar los grupos y lograr que hicieran lo que los adultos querían?

¿Ha usted negado, por miedo o culpabilidad, quien es usted sin darse cuenta, y obedecido a los adultos con el fin de convertirse en otro diferente a quien es y quisiera ser?

Y para medir su gran éxito, que mejor que compararse con los demás, comparar su inteligencia con el fin de hacer parte de los ganadores y los más poderosos.

Incluso mirando en Wikipedia, observamos que aquellos que describen la inteligencia, son en cierta forma, personas condicionadas a describirla como algo del pasado y en la memoria. Somo si la inteligencia debiera ser según nos antepasados y no de pensar según nosotros mismos.

 

He aquí las 5 maneras tontas para medir su inteligencia

 

Las notas o boletines escolares - La escuela les da las respuestas y con eso, ella mide su inteligencia según un porcentaje obtenido bajo la forma de un boletín de notas. ¿Es eso la inteligencia o bien una cierta memoria que no es otra cosa más que el pasado en palabras?

Usted puede acumular cada vez más palabras y de esta manera hacer creer a los demás que usted es inteligente. Por lo tanto, usted nunca ha encontrado sus propias respuestas, entonces usted es simplemente una biblioteca humana. Su mente está muerta en el hábito de aprender, de acumular palabras, y no en comprender el sentido según usted mismo.

De esta manera, la inteligencia está medida por el número de palabras en su memoria...

 

Las pruebas de intelecto cotidianas - La gente educada crea pruebas de intelecto cotidianas para medir una vez más, su memoria proponiéndole opciones de respuesta. De esta manera, son ellos los que le dicen lo que debe responder y así ser como ellos.

Ellos le obligan a adoptar lo que está bien o mal como respuesta en lugar de encontrar por usted mismo, a través de sus propias experiencias, si eso está bien o mal según usted mismo.

Ese tipo de concursos no hace más que medir si usted está de acuerdo con ellos con respecto a sus ideas.

Así pues, la inteligencia es medida por el número de respuestas idénticas...

 

La experiencia en número de años - Porque sus predecesores nacieron antes que usted, entonces ellos deben ser más inteligentes que usted, porque ellos tienen más experiencia de la vida que usted.

Pero ¿ellos tienen más experiencia que usted o más años? Además, ¿tienen ellos más nuevas experiencias que usted o las mismas experiencias repetidas muchas veces y de esta forma han creado el hábito de creerse inteligentes?

Esta vez, la inteligencia es medida por el número de años...

 

Las riquezas materiales - Muchas personas creen que el hecho de ganar mucho dinero para poder acumular cada vez más bienes es un signo evidente de inteligencia ya que ellos realizan lo que la enseñanza les ha obligado a seguir, pensar y hacer. Es decir, ser conformistas e imitadores.

Con esas riquezas, la gente puede creerse superior, pero en muchos casos, son aquellos que no tienen muchas riquezas los que dan tratamientos de favor o injustos y así crean un hábito en los ricos de creerse más inteligentes, de siempre tener razón.

Y aquí, la inteligencia es medida según el número de bienes poseídos...

 

Medir lo que no puede ser medido - Por pruebas concretas como la acumulación de palabras, de años y de bienes, la gente cree que la inteligencia es medida por los hechos, las pruebas físicas.

La gente está tan convencida que ellos deben tener hechos mesurables para comparar, que olvidan que ciertas cosas no hacen parte de la misma dimensión que la relatividad, el mundo material o físico.

Así pues, la inteligencia es medida comparando hechos...

 

¿La verdadera inteligencia no está en lo que nos hace bien?

Pero es posible que la verdadera inteligencia no se mide con pruebas concretas, sino abstractas, es decir sin ninguna medida física?

¿Es que la verdadera inteligencia "se mide" simplemente por lo que nos hace bien? ¿El resultado de nuestros pensamientos y de nuestras acciones no producen sentimientos de bien ni mal?

Y antes de crear algo, no es conveniente conocer las posibilidades con el fin de hacer una elección en función de ese bienestar y que si nos equivocamos, podamos hacer una nueva elección sin juzgarse y de esta manera evolucionar en nuestra consciencia del bien y del mal?

Y si soy consciente de que hacer mal a alguien es algo que tendrá consecuencias malas para mi, entonces tengo yo una cierta inteligencia?

 

 

Cuando damos pequeños golpecitos a la gente y continuamos dándoles y dándoles, debemos preguntarnos si esa persona no va a tomar un día un martillo bien grande y nos dará un gran golpe?  

Así pues, observo que lo que no hace bien a otra persona es posiblemente la consecuencia de lo que me hace mal a mi. He allí la verdadera inteligencia!

 

Hacer mal a los demás, es hacerse mal a si mismo!

 


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Traductora, co-autora, y adaptadora de contenidos editoriales de sitios web, madre y esposa dedicada al hogar el cual hace parte de mi felicidad y me permite construir a cada día la vida que elegi ser como esposa, hacer como madre y tener como hogar. .

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