Para la mayoría de nosotros, la educación recibida en la escuela
nos condiciona la mente para aprender conocimientos generales y
luego elegir un trabajo o profesión, que creemos que podría
proporcionar una cierta calidad de vida y un título que halaga
nuestro ego, nuestra propia imagen personal.
Al observar el gran número de personas que carecen de pasión y
alegría en su trabajo, me pregunto si la educación que reciben es
precisamente la razón que impide a la gente usar su creatividad en
beneficio de una mente imitativa que es condicionada por la
acumulación de la memoria para tratar de tener razón, para ganar y
así creerse mejor que otro.
Por lo tanto, su elección de
trabajo no tiene su base en una verdadera pasión, sino en una
forma de razón proveniente de la enseñanza. ¿Cómo puede tomar
consciencia de su pasión, cuando todos los educadores y otros
adultos que le rodean ni siquiera son conscientes de lo que su
propia pasión? ¿Cómo pueden ellos hacerlo tomar consciencia de
ello, o más bien, tienen ellos ganas de ayudarle en eso, es que
tienen las habilidades para ello?
Crecemos con
5 falsas creencias sobre la razón, que no es una
facultad de la mente, sino un invento contrario de lo que es el
verdadero espíritu creativo. Aprendemos qué pensar y no cómo
pensar.
Además, la educación nos enseña desde temprana edad, a tener
valores humanos que nos dividen y crean conflictos en nuestras
relaciones haciendo propaganda a la competición, la razón del
más fuerte, el más rico, el más poderoso y más astuto. Esta
educación nos mantiene prisioneros de estos valores a través de
la obediencia, la negación de si y la culpabilidad.
Cuando tuvimos entre 5 y 15 años, era tan fácil controlarnos sin
darnos cuenta por el miedo y la culpa.
Por lo tanto, la gente busca realizarse de forma independiente
sin tener en cuenta aportar bienestar a su prójimo. Esta
educación no tiene idea ni ningún conocimiento sobre la oferta y
la demanda. Esta demanda que tiene su origen en los problemas de
la gente, en su deseo de añadir valor a sus vidas, en su
solicitud de servicio referente a su incapacidad para hacer algo
o simplemente en su solicitud de diversión para compensar una
vida monótona o aburrida.
Usted va a la escuela para aprender un trabajo, sin saber y sin
comprobar antes si hay una demanda y sin entender cuántas
personas como usted, ofrecen el mismo trabajo sin ninguna
diferencia en esta rivalidad.
El sistema educativo
es un ardid para robarle su poder de creación y así
manipularlo desde su nacimiento.
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Traductora, co-autora, y adaptadora de contenidos editoriales de sitios web, madre y esposa dedicada al hogar el cual hace parte de mi felicidad y me permite construir a cada día la vida que elegi ser como esposa, hacer como madre y tener como hogar. Diana Arellano.
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