¿Quién es responsable de los problemas sociales y dónde tienen su nacimiento?

¿Le parece que los mismos problemas sociales se repiten continuamente a cada día en los medios de comunicación? ¿Que todas esas soluciones políticas, económicas o comunitarias no funcionan para crear resultados permanentes y como consecuencia vivir en un mundo más unido, más pasible, más justo y más amable?

¿Es posible que los problemas sociales no le interesen, ya que usted vive seguro y que sus necesidades de sobrevivencia están satisfechas? ¿Tal vez usted cree que una sola persona, no puede hacer nada por esos problemas monstruosos?

Pero, ¿está seguro de comprender bien su interés personal que pudiera estar incluido en el interés social, el interés de los demás?

Probablemente que la pregunta a hacerse no es cómo solucionar un problema social, sino más bien, ¿cuál es el proceso de creación en causa y qué es lo que impide a la gente tener una nueva toma de consciencia para producir un cambio permanente?

Aparece otra pregunta fundamental. Si descubrimos quién los crea, ¿no sería inteligente y sabio no juzgar por hábito aprendido de los demás y de esta manera ser responsable en lugar de justificarse, razonar ya que pensar y hablar no producen nada concreto?

¿Por qué querer encontrar a los culpables de los problemas sociales?

Nada hiere más que el juicio de los demás. Usted no tiene más que sentir una vez en carne propia el juicio para comprender que eso no sostiene el amor, no sostiene relaciones sanas. Y por tanto, el juicio es para mucha gente, un gran valor en su vida.

La culpabilidad es un veneno que impide a la gente ser responsable y de esta manera inventar toda clase de excusas, para justificarse con el fin de no sentirse herido por los demás con relación a un error, una falta cometida. Pero ¿quién determina si un error o una falta fueron cometidos? ¿Es que una falta es algo perfecto en un proceso de creación?

¿Por qué buscar culpables a los problemas sociales? ¿No es más sabio no acusar a nadie y ver si nosotros tenemos una cierta responsabilidad personal?

¿Quién es responsable de haber creado los problemas sociales en nuestro planeta?

Los hechos evidentes demuestran que las soluciones políticas, económicas o comunitarias no funcionan para crear resultados permanentes y como consecuencia no han funcionado ni funcionaran jamás, ya que los problemas de todo tipo tienen su nacimiento en el espíritu condicionado de cada individuo, que luego se propaga en la sociedad por medio de nuestras relaciones cotidianas.

Todos nosotros somos responsables, en un cierto nivel, de los problemas que vemos en este planeta, al igual que nuestros propios problemas.

¿Si usted dice que usted no es responsable, es la misma respuesta que su vecino, sus políticos, de la persona que vive en otro país y de toda otra persona? Entonces, nadie es responsable y puede deshacerse de toda responsabilidad.

Pero entonces, ¿quién es responsable de los problemas sociales, si nadie lo es?

¿Ha encontrado usted el culpable perfecto para deshacerse de toda responsabilidad que usted llama Dios, la suerte, el Karma o el diablo? ¿A menos que los problemas sean cosas perfectas en un proceso perfecto de creación consciente con el fin de conocerse como seres humanos perfectos?

Por mi parte, yo soy responsable de los problemas del mundo al igual que de mis problemas a un nivel personal en mis sentimientos, ya que lo que otro siente, mi compasión está presente y mi juicio ausente.

Ame sus problemas en lugar de huir de ellos y juzgarlos

Primero, sería vital comprender que una vida sin problemas es una vida en la que no podemos crear y conocer nuestro poder, que es lo que nosotros somos. De esta manera, todos nosotros tenemos un interés en que los problemas no sean todos solucionados con el fin de tener oportunidades de creación.

Sin embargo, eso no quiere decir no escuchar un llamado de ayuda o bien olvidar a alguien que está necesitado sin que este deba depender de nosotros. Eso quiere decir, elegir libremente lo que a usted le gustaría crear para mejorar la calidad de vida de los demás y como consecuencia la suya por ese sentimiento de unidad y orgullo.

Comprender lo que son los problemas, no juzgarlos como algo malo y no juzgar las soluciones como algo bueno. Ese es lo que permite una toma de consciencia y ofrecer una mente abierta para aportarnos ideas magnificas por medio del conocimiento intuitivo o lo que la gente llama la fe o la imaginación creativa.

¿Cuál es ese proceso de creación y de evolución?

La realidad no es la verdad, ella es simplemente una consecuencia de nuestras elecciones inconscientes o conscientes en relación con nuestros semejantes, que luego producen esa realidad.

Esa realidad que observamos, ese mundo físico que vemos es creada a partir de millones de decisiones y acciones en nuestras relaciones cotidianas a cada instante. La verdad no es la realidad, sino lo que somos y sentimos a cada instante.

Una ley universal gobierna ese proceso y es la de la causa que crea un efecto.

Siendo la causa, un estado de ser consciente o inconsciente, entonces lo que da nacimiento.
Siendo lo que crea, la expresión de ese estado de ser por medio de la emoción, entonces por medio de las herramientas para hacer, del pensamiento, la palabra y la acción.
Siendo el efecto, la realidad visible y la verdad invisible (sensación del cuerpo o sentimiento del alma).

¿Qué elige usted crear en sus relaciones cotidianas?

Si usted observa que usted es el responsable de los problemas de los demás y de los suyos, entonces sentirá una energía creativa poderosa en usted con el fin de crear estados de ser magníficos en sus relaciones cotidianas, que se propagarán en su realidad, que usted llama la sociedad.

Usted elegirá creaciones a partir de esa pasión, de ese amor, de esa consciencia que usted no hace más que UNO con los demás. Que los problemas de los demás son también los suyos.

Usted comparte esa abundancia (sus estados de ser o sus bienes) sin esfuerzo en lugar de acumular cada vez más, ni buscar un retorno ventajoso para usted, ni buscar la gloria delante de los demás, ya que usted sabe que lo que usted ofrece a los demás, es a usted mismo a quien se lo está ofreciendo.

Usted no puede perder lo que usted ofrece o comparte, pero usted puede perder lo que conserva, ya que conservar algo, es tener miedo de compartirlo.

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Traductora, co-autora, y adaptadora de contenidos editoriales de sitios web, madre y esposa dedicada al hogar el cual hace parte de mi felicidad y me permite construir a cada día la vida que elegi ser como esposa, hacer como madre y tener como hogar. Diana Arellano.