¿Está cansado de las reglas de etiqueta en las relaciones?

Cuando usted controla a alguien, usted obtiene lo que quiere, y cuando usted libera a alguien, él consigue lo que quiere, según él. ¿Por qué entonces, seguir las normas de los demás y ser infeliz? En las reglas, usted no evoluciona, usted obedece por miedo y ese miedo lo mantiene prisionero toda su vida sin que se de cuenta.

Es sólo por medio de la expresión de la libertad, de lo que usted es, que usted realiza el mayor crecimiento, o incluso que sea posible.

Pero usted no quiere que la gente sea libre, porque tiene miedo de perder algo esencial que usted cree, erróneamente, necesitar para sobrevivir y ser feliz. Es mucho más difícil liberar a las personas que dominarlas.

El problema con las reglas de etiqueta y comportamiento es que alguien debe establecer directrices. Esto quiere decir automáticamente que sus comportamientos son limitados, dictados, controlados por la idea que otra persona se hace de lo que debería traerle alegría, hacerle bien a usted.

¿Está usted consciente de sus intenciones cuando trata de imponer reglas de etiqueta y de moral? ¿Es usted consciente de sus intenciones cuando fuerza a sus hijos a seguir muchas reglas de comportamiento en la escuela?

¿Cuáles son sus creencias acerca de esto? ¿Funcionan para crear un mundo de relaciones de amistad, de justicia, de paz y de libertad?

¿Qué piensa usted acerca de las reglas de etiqueta?

Con todas estas reglas, usted impide que la gente viva bien poniendo la importancia en la imposición de límites, en el juicio de sus acciones, en la dependencia de los demás y como consecuencia, usted bloquea cualquier posibilidad de evolución, crecimiento y alegría.

¿Cuáles son sus creencias acerca de esto?

Usted cree que sus reglas proporcionan una sensación de seguridad a sus hijos y de hecho, ese sentimiento de seguridad se llama miedo o la inconsciencia de sí mismo. No hay alegría, amor, justicia y verdad en el miedo. Yo no estoy hablando de la seguridad física para evitar un accidente grave. Eso es prudencia.
Usted piensa que sus reglas permiten que el niño entienda sus expectativas y sí, efectivamente usted educa a sus hijos a vivir de acuerdo con sus deseos egoístas, a destruir toda iniciativa personal, a vivir bajo la aprobación de los demás, a dudar de ellos y ser esclavos.
Usted cree que con las reglas, usted enseña que no se puede tener todo lo que se quiere en la vida y efectivamente, usted no puede alcanzar sus sueños porque las reglas impiden toda libertad creativa y toda imaginación.
Usted piensa que sus reglas son muy útiles para tener comportamientos prudentes en las relaciones diciendo a los demás lo que está bien y lo qué está mal y sin embargo, son estos juicios de valor que impiden a los niños comprender y aprender de sus errores de elección sin ningún sentimiento de culpa ni castigo.

Es lamentable, triste que una persona que tiene un sentimiento maravilloso de experimentar ciertas cosas pueda retenerse porque tiene la impresión de que ese sueño violaría las reglas de comportamiento!

Las reglas de comportamiento rara vez se refieren a límites legales, pero muy a menudo a los conceptos más simples de lo que usted considera como apropiado.

El comportamiento apropiado no siempre corresponde con lo que ustedes llaman lo mejor de sus intereses. De hecho, no suele ser el comportamiento que le trae la alegría más grande.

¿Por qué imponer a los demás lo que deben hacer o no hacer?

Usted está tan condicionado a dar órdenes, que nunca le viene a la mente hacer preguntas dirigidas a los intereses de sus hijos y dejarlos en armonía con su alma, su mente y su cuerpo. Usted está constantemente concentrado en sus intereses y de esa manera crea divisiones en una relación.

Por ejemplo, usted ordena a su hijo: ve a recoger los juguetes en tu habitación o podrías recoger los juguetes en tu habitación, por favor? De esta manera usted impone sus deseos y usted no respeta a sus hijos.

¿Por qué no decir: ¿Tienes una idea de cómo hacer que nuestras habitaciones parezcan más ordenadas y así entendernos bien?

Elija sus propias palabras y lo que importa es hacer una pregunta que no le diga qué hacer e insertar uno o dos intereses o beneficios para él y para usted.

Entre más se imagine, más verá la simplicidad para bien entenderse sin imponer o dictar a la otra persona lo que debe hacer o no hacer.

El objetivo no es decirles sus errores y decirles qué hacer o no, sino que sean conscientes de lo que no funciona, teniendo en cuenta lo que quieren hacer o lo que le gustaría obtener como resultado.

¿De dónde vienen sus creencias acerca de las reglas?

Si usted ha sido controlado a obedecer las reglas desde que nació, entonces es seguro que sus creencias no vienen de usted, de su conciencia o de sus experiencias. ¿Cómo puede saber si es correcto y bueno? Sus normas han hecho que usted se olvide de sí mismo, que usted duerma en esa pesadilla que usted llama la vida.

Pero los que establecen las normas y los que las imponen, son ellos conscientes de los sentimientos y sus emociones, que determinan la intención en una relación? Nadie jamás le ha hecho tomar consciencia de la importancia de estas preguntas, ¿no es así? La importancia de lo que usted es.

Probablemente, estas preguntas no le interesan mucho, porque es más importante culpar, buscar tener razón, que entender el punto de vista de los demás!

Observando la totalidad de las relación, los hechos observables por los conflictos, las guerras, la violencia, etc., puede usted aceptar que las reglas para controlar a la gente no funcionan para vivir en armonía? Funcionan para vivir los mismos conflictos, de generación en generación.

Muchos han encontrado que las reglas de comportamiento no funcionan. Sin embargo, se sintieron obligados a corregir este error mediante la invención de otras normas, muchas reglas, muchas condiciones que son sólo medios o métodos.

No corregimos un error agregando otros "cómo hacer..."

La base de su proceso es controlar la otra persona haciéndole creer que es por su bien. En verdad, es por el suyo. Usted está obsesionado con el poder, por controlar a la otra persona, para satisfacer sus necesidades. Y este poder son las reglas impuestas para que las personas le obedezcan.

Y la manera de hacerlo, el cómo hacerlo, es imponer reglas a seguir, directrices, condiciones según usted.

Pero usted sabe, que imponer reglas, límites, condiciones sólo crea conflictos y entonces se hace difícil controlar siempre un ser humano, que él se va a oponer, porque su naturaleza es la libertad.

Así que para solucionar este problema, usted necesita agregar nuevas reglas, más "cómo hacer". Usted cometió el error de estar centrado en el resultado y no el proceso que trae resultados.

Su proceso actual es HACER algo para satisfacer sus necesidades de SER algo. De esta manera usted depende de lo que hacen los demás para sus necesidades. Para satisfacer sus necesidades, debe utilizar reglas que son todas a su ventaja, para sus propios intereses.

Su proceso de creación no funciona porque no comienza con un estado del ser, sino con hacer algo sin ser consciente de sí mismo. Usted debe invertir su proceso y tomar consciencia de elegir un estado de SER donde usted se sienta bien para luego hacer algo.

Usted debe imaginar su estado de ser, debe hacer como si usted lo fuera, hacer como si usted lo tuviera y entonces usted lo vive.

Ser es estar en relación estando consciente de sus sentimientos y emociones, así como de la otra persona antes de hacer algo.

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Traductora, co-autora, y adaptadora de contenidos editoriales de sitios web, madre y esposa dedicada al hogar el cual hace parte de mi felicidad y me permite construir a cada día la vida que elegi ser como esposa, hacer como madre y tener como hogar. Diana Arellano.